Primera Casa, Aries
La primera Casa del Santuario es la Casa de Aries. La frase que distingue a esa Casa Astrológica es “yo soy”. Se refiere a la verdad del sujeto y su momento evolutivo. Es as su vez el principio. El Santo Dorado que custodia esta casa es Mu, descendiente del mítico pueblo de alquimistas que construyeron las armaduras que hoy visten los Santos de Athena. Mu es a su vez uno de los conocedores del secreto del polvo de estrellas, lo que lo hace en uno de los pocos capaces de reparar y hasta revivir a las armaduras dañadas. Esto también guarda relación con el signo Aries, que siempre fue vinculado con la herrería. El Santo Mu siempre desconfió de la autenticidad del Patriarca, razón por la que por mucho tiempo se había auto exiliado a su estancia en los montes de Jamir, Tibet. No es de extrañar que desconfía del Patriarca ya que el verdadero, Shion de Aries, había sido su maestro. Mu también reconoció el Cosmos de Athena en Saori y cuidó de su cuerpo mientras fue necesario.
Los sucesos en la Casa de Aries:
Luego de llegar los héroes al Santuario y estando Saori muriendo con la flecha dorada de Ptolemy de la constelación de Flecha en su pecho. Llegan a la primera Casa del Santuario Seiya, Hyoga, Shun y Shiryu que seguía ciego luego de su enfrentamiento con Algol de la Constelación de Perseo y su Escudo de Medusa. Ikki se encontraba regenerándose en un volcán sagrado en la Isla de la Reina Muerte.
Los héroes se encuentran con Mu vistiendo la armadura de Aries y se sorprenden. Ellos ya sabían que Mu estaba de su lado y tanto Shiryu como Seiya lo conocían en persona. Por esto se que creen que van a pasar sin problemas por la Casa de Aries. Mu, sin embargo, les pregunte el por qué debería dejarlos pasar. Shiryu lo ataca y Mu se defiende solo con un dedo, luego con el mismo dedo lo ataca y hace añicos el escudo del Dragón, uno de los mas fuertes del mundo. El Santo de Aries les explica entonces que durante los sucesivos combates con los Santos de Plata, las armaduras de los héroes han sido dañadas, aunque esto no se note. Debido a que les espera un camino difícil, Mu se ofrece para reparar las cuatro armaduras, tardando una hora en total.
Antes de que los héroes sigan adelante hacia la segunda Casa Mu les advierte… Para poder hacer frente a los Santos Dorados deberán despertar ellos su séptimo sentido. La diferencia entre los Santos de Bronce, Plata y Oro no es en sí sus armaduras, sino la facilidad con la que usan su séptimo sentido. El séptimo sentido, les explica, no puede ser enseñado y se aprende con el tiempo.
Los héroes parten hacia la segunda Casa con sus armaduras reparadas y sabiendo que les resultará muy difícil atravesar las Casas del Santuario, pero están dispuestos a afrontar el desafío. Mientras, Mu se queda con su aprendiz Kiki cuidando del cuerpo de Saori.
Ahora, empiezo con las interpretaciones, la Primera Casa del Santuario:
La primera Casa enfrenta a uno a la verdad de si mismos. El recorrido del Santuario, el recorrido de la auto superación, se debe tomar en serio. En él esperan muchas “pruebas heroicas”, por ello antes de iniciar el camino es fundamental aceptarse tal y como uno es. Hacer una introspección, aceptar las propias limitaciones y errores, que aunque no se noten pueden resultar fatales luego. Uno tiene que dejar de verse como cree o quisiera ser. Así como las armaduras de los héroes estaban rotas y su condición era desestimada para los propios héroes, Mu les hizo saber de esto y reparó las armaduras. Y es que la mejor defensa que uno tiene, especialmente cuando se enfrenta a su propio camino de superación, es la honestidad con si mismos. No engañarse, verse como en verdad es, por que los errores que uno niega lo hacen mas frágil. También Mu advierte sobre el séptimo sentido. Y luego, cuando uno se acepta como en verdad es, acepta sus defectos y limitaciones, puede también conocer sus virtudes y potencial.
Antes de seguir, un comentario sobre el séptimo sentido. Los primeros cinco ya son conocidos. El sexto sentido es la intuición. Según el budismo que influenció a Masami Kurumada, el séptimo sentido, denominado “Manashiki”, se encuentra en el sexto sentido. El séptimo sentido se lo entiende como “el alma mas profunda que la conciencia”. Habría un octavo sentido (Arayashiki) pero no importa en esta Saga. Se podría entender al Manashiki, sabiendo que se trata de un sentido, como la percepción de la totalidad del ser. Esta totalidad estaría relacionada con lo inconsciente, pero también suponen un dominio de si mismo súper-humano.