Octava Casa, Escorpio
La Octava Casa del Santuario es la Casa de Escorpio. Escorpio es simbolizado por la frase “yo deseo”. Es la Casa de las transformaciones personales y del interés por los descubrimientos espirituales. Los deseos, incluyendo el deseo por los demás y por ende también la sexualidad. También el criterio personal de cómo ayudar a los demás a superarse.
El Santo de Escorio es Milo. No se lo conoce mucho, pero se sabe que es un Santo frío al tomar sus decisiones y que es muy calculador. Tiene la costumbre de experimentar hasta el extremo casi sádico la voluntad y las intenciones de los demás. Se puede decir que Milo es un Santo que “sabe a donde herir”, justamente su Ken es la “Aguja Escarlata”, con la que hiere puntos estelares del adversario haciendo con esto que la víctima se desangre y debilite. Punzantes y certeras son sus intenciones para con la gente.
Milo tiene una relación de amistad con Camus de Acuario.
Los Sucesos en la Casa de Escorpio:
Los Santos Seiya y Shiryu llegan a la Casa de Escorpio y se encuentran y enfrentan con Milo. El Santo Dorado inmoviliza a los héroes con su Ken pero es interrumpido por la llegada de Hyoga trayendo a Shun en sus brazos. Shun había quedado inconsciente al usar su Cosmos para salvar a Hyoga. Hyoga le entrega a Seiya y Shiryu el cuerpo de Shun y se dirigen a la siguiente Casa quedándose Hyoga a enfrentar a Milo.
Milo usa la Aguja Escarlata contra Hyoga para hacer que se desangre y pierda sus sentidos. Le explica también que Camus quería impedir que otro Santo Dorado lo mate, por ello lo quería congelar por cien años. El Santo de Escorpio le dice que le devolverá sus sentidos también en cien años. Hyoga le contesta que no se entrometa y que pelee con todas su poder, entonces Milo asiente y le da el golpe final. Aun así, Hyoga logra despertar su séptimo sentido por un breve momento y arroja su Polvo de Diamante a los puntos estelares de Milo, luego se dirige arrastrándose a la siguiente Casa.
Milo de Escorpio al fin entiende que Hyoga está motivado por el Cosmos de Athena por lo que detiene el sangrado del santo de Bronce y le permite seguir adelante.
Interpretación de la Octava Casa:
Se puede desentrañar aquí un mensaje de auto superación, aunque es una reiteración en la obra… En este caso la enseñanza de la Casa Ocho dice que los fenómenos del afuera de uno mismo y los efectos que producen esos fenómenos en uno, son pruebas constantes a superar. Tampoco importa en sí mismo lo que pase afuera de uno, ni tampoco la naturaleza positiva o negativa de ello, en cuanto a lo que afecte a uno mismo. Esto es así por que al fin y al cabo todo lo que suceda debe ser superado y el espíritu debe continuar trascendiendo, y a través de las experiencias que uno vive puede templarse y superarse.
Cuando uno descubre que todo lo que vive puede usarlo para su bien y que depende de uno mismo dejarse o no intimidar por lo que le sucede, puede entonces superar su presente!